martes, 9 de abril de 2013


LA OBRA SOCIAL DE LA IGLESIA

Por Mardonio Ricardo H.

Introducción: Existen tres entes bien definidos en el mundo de los vivientes. Estos son: la Familia, el Estado y la Iglesia. Cada uno es separado entre si, pero relacionados, porque lo componen esos mismos habitantes. Cada uno tiene su propio currículo, pero comparten sus tesis. En la historia universal, encontramos que los más antagónicos son la Iglesia y el Estado. En este artículo, no es posible analizar cada uno exhaustivamente, pero trataremos lo más elemental de lo que nos ocupa que es el servicio social, que ellos prestan. Lo que me propongo es hacer nada más algunas referencias, sin citas de análisis sobre el tema. Eso lo podrán hacer todos los que les interese este particular más hondamente.
En la historia eclesiástica, encontramos que la Iglesia y el Estado, se han dispuesto imponer su poder contra el otro y una forma de pretender alcanzarlo, es siendo respuesta de solución de las múltiples necesidades del ser humano. Por eso los tres grandes poderes como son el político, el social y el religioso, han sido motivos de luchas para dominar sus propios intereses a costas del servicio social. Esto se conoce desde el nacimiento de la iglesia frente a los imperios existentes de su día. Tal fue, que por eso se originó la oficialización de la religión por el emperador Constantino a partir del siglo III. Siguiendo hasta el S. XVI, tiempo que ofició el catolicismo desde el llamamdo, “papocesarismo”. Y así por la historia, nace el concepto de la separación de la Iglesia y el Estado. Esto para que cada cual se ocupe de lo suyo, basados en el versículo que dice: dad a Dios lo que es de Dios y al Cesar, lo que es del Cesar.  San Agustín lo conceptúo en su obra las dos ciudades, la divina y la terrena; también lo de las dos espadas, una para el Estado que son las armas y la otra para la iglesia, que es la Biblia. Pero que bíblicamente, la iglesia reclama servir a su prójimo socialmente. Este punto fue crucial como causa de división entre las denominaciones, al separase la Iglesia del Estado, respecto al servicio social, ya que la discusión de si servir a los pobres socialmente, ¿era un asunto de la iglesia o del Estado?  Lo comprobado ha sido que es el Estado quien toma este asunto como suyo. Pero que la iglesia en menos escala y no oficialmente, aunque no ilegal tampoco, asume esta responsabilidad, como parte de su integridad humana en la práctica del amor a Dios y al prójimo. Un aspecto de este servicio social ha sido la educación secular; es tradición de las iglesias históricas construir al lado de los templos una escuela. En Colombia viene desde la entrada del evangelio con trasfondo europeo con las escuelas Lancasterianas, enseñando a los niños a leer en la Biblia y su distribución como colportaje. Todavía existen muchos colegios evangélicos de primaria y secundaria que  son historia en la educación privada de la iglesia. Además de las universidades evangélicas que ya tenemos.En el principio de la reforma con Martín Lutero, se dio un movimiento humanista que se llamó el reclamo de los campesinos. Juan Calvino, uno de los reformadores en la reforma protestante, se destacó, en dar a conocer su teología, en lo conocido como: el pensamiento social de Calvino. El interpretó teológicamente la Biblia, dando por sentado que el hombre es un ministro de Dios, al servir en cualquiera sea su vocación; no solamente en lo reconocido como sagrado, sino igualmente en lo secular también. Esta creencia, queda todavía en las iglesias reformadas y no circula en las que nacieron después y menos las de de estos últimos tiempos. La obra social de la iglesia, es comprendida como aquello de las buenas obras; fruto de la vida cristiana, no para alcanzar salvación, sino para glorificar a Dios, por el bien recibido por quienes así son beneficiados. O dentro del concepto bíblico de ser sal de la tierra. Esto lo entendemos como un medio de evangelización, que los que reciban beneficios de sus necesidades físicas, respondan al llamado de Dios para salvar sus vidas; esto no es tan cierto como se ha creído, al decir, que en una mamo se lleva la Biblia y en la otra la panela, porque el llamamiento de Dios a la salvación, es únicamente mediante la proclamación de su Santa palabra. La obra social es para dar gloria a Dios, aunque no salve a nadie. Igual se conoce la ideología política, llamada teología de la liberación, que reclama liberar a los pobres y oprimidos del yugo de los opresores oligarcas del capitalismo, desde la problemática social comunista. Ahora pensemos en lo que la Biblia dice del ministerio de servicio de Jesús y sus apóstoles; luego el diaconado ya en la iglesia, el amor al prójimo y  las buenas obras en la vida cristiana.

1. El ministerio de servicio de Jesús y sus apóstoles:
Mt 20:27  y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo;
28  como el Hijo del Hombre no vino para ser servido,  sino para servir,  y para dar su vida en rescate por muchos.
Lc 4:18  El Espíritu del Señor está sobre mí,
 Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
 Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
 A pregonar libertad a los cautivos,
 Y vista a los ciegos;
 A poner en libertad a los oprimidos;
19  A predicar el año agradable del Señor.
Mt 14:19  Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba;  y tomando los cinco panes y los dos peces,  y levantando los ojos al cielo,  bendijo,  y partió y dio los panes a los discípulos,  y los discípulos a la multitud.
Mt 14:20  Y comieron todos,  y se saciaron;  y recogieron lo que sobró de los pedazos,  doce cestas llenas.
Hech 2:44  Todos los que habían creído estaban juntos,  y tenían en común todas las cosas;
45  y vendían sus propiedades y sus bienes,  y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.
46  Y perseverando unánimes cada día en el templo,  y partiendo el pan en las casas,  comían juntos con alegría y sencillez de corazón,
47  alabando a Dios,  y teniendo favor con todo el pueblo.  Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.

2. El diaconado:
Hech 6:1  En aquellos días,  como creciera el número de los discípulos,  hubo murmuración de los griegos contra los hebreos,  de que las viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria.
2  Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos,  y dijeron:  No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios,  para servir a las mesas.
3  Buscad,  pues,  hermanos,  de entre vosotros a siete varones de buen testimonio,  llenos del Espíritu Santo y de sabiduría,  a quienes encarguemos de este trabajo.
4  Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.
5  Agradó la propuesta a toda la multitud;  y eligieron a Esteban,  varón lleno de fe y del Espíritu Santo,  a Felipe,  a Prócoro,  a Nicanor,  a Timón,  a Parmenas,  y a Nicolás prosélito de Antioquía;
6  a los cuales presentaron ante los apóstoles,  quienes,  orando,  les impusieron las manos.

La palabra Diaconía, viene del griego que traducido al español significa "servicio" y se constituye en servicio cristiano o Diaconía Bíblica cuando la aplicación de este servicio se hace por amor a Jesucristo y como comprensión de nuestra labor cristiana según la Biblia.
Para entender lo que es diaconía, es fundamental que interpretemos exactamente lo que la Biblia dice al respecto. En el Nuevo Testamento encontramos 34 veces esta palabra y se refiere a varios aspectos, entre los que destacan los siguientes:
Se llama diaconía al servicio que presta una persona en alguna casa, a quien en nuestro medio se le llamaría sirviente. Se le llama diaconía también al trabajo que hacen los meseros al llevar la comida a la mesa, y estos aspectos los encontramos en San Lucas 10:40 y Hechos 6:1. Más adelante y con el correr de los tiempos, se denominó diaconía al servicio genérico, (1a. Corintios 16:15, Apocalipsis 2:19). Se habla más del concepto de diaconía en Hechos 11:29, 12:25, 2da. Corintios 8:1-9, y aquí se refiere a las obras de caridad; se recogen colectas u ofrendas entre los cristianos para una ayuda benéfica. El trabajo o la ayuda se hace motivado por la gracia de Jesucristo para con nosotros; el amor de Jesucristo inspira la acción diaconal.
Otro aspecto que puede tomarse en cuenta como diaconía es cuando decimos que "vamos al Servicio" y nos servimos el mensaje de la Palabra; o cuando, con nuestro testimonio, servimos a otros para motivación y ejemplo de los demás.
Efesios 4:12 se refiere a la tarea de servicio que se hace en la comunidad. De aquí en adelante el servicio o diaconía se practica hacia los demás sin ver a quien, lo importante es ser prójimo del que sufre y que necesita ser servido. En la diaconía se constituye en brazo o mano de Dios, al servicio de la comunidad sin acepción de personas.
Si hacemos un poco de historia, encontramos la elección de los primeros diáconos en Hechos 6:1 al 15, en donde los discípulos decididamente tomaron el acuerdo de ordenar diáconos al ministerio, para que sirvieran a las viudas y a los huérfanos. Servir las mesas en este pasaje, es el aporte de la iglesia primitiva hacia las viudas de aquella época. En nuestro tiempo, casi todas las iglesias tienen el ministerio del diaconado, pero éste no se entiende como ministerio de servir a los demás, sino como la responsabilidad en ciertas actividades dentro de la iglesia local.
En una visita reciente a una iglesia presbiteriana, conversamos con el cuerpo de diáconos sobre la tarea diaconal, y fue impresionante notar el pobre entendimiento sobre este ministerio. Ellos definieron el ministerio diaconal con la siguiente lista de responsabilidades:
•  Abrir el templo
•  Encender la luz, lámpara o candil
•  Vigilar el orden en el culto
•  Llamar la atención a los niños, cuando molestan
•  Tocar el silbato o la campana para que los miembros se acerquen a la hora del culto
•  Arreglar o asear el templo
•  Adornar el templo
•  Cuidar la casa pastoral
•  Cuidar el solar del templo (limpiar el sitio)
•  Cuidar al pastor (cuando se queda solo en el templo, debe ser acompañado por un diácono para cuidarlo)
•  Lidiar con los borrachos que entran al templo
•  Cuando es tiempo de oración, cuidar que todos oren
•  Vigilar que nadie duerma durante el culto
•  Servir la comida cuando hay fiesta en la iglesia
•  Recoger la ofrenda
•  Orar por la ofrenda
•  Invitar al público en la puerta para que entre
•  Ayudar a lavar las charolas (azafates) y copitas de la Santa Cena
•  Comprar la uva y el pan para la Santa Cena
•  Juntar la ofrenda especial para los enfermos
Prácticamente, este es el tipo de trabajo diaconal que se da en la mayoría de las iglesias, siendo la última actividad de la lista apuntada, la única válida en el trabajo diaconal bíblico. Lo demás es puro servicio brindado a algunos privilegiados dentro de la iglesia. Y es aquí donde el Señor golpea fuertemente nuestra conciencia, al decir que "El hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y dar su vida en rescate por muchos" Marcos 10:45.(Texto escrito por una iglesia Presbiteriana en Guatemala)
3. El amor al prójimo:
Lc 10:25  Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo,  para probarle: Maestro,  ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?
26  El le dijo:  ¿Qué está escrito en la ley?  ¿Cómo lees?
27  Aquél,  respondiendo,  dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,  y con toda tu alma,  y con todas tus fuerzas,  y con toda tu mente;  y a tu prójimo como a ti mismo.
28  Y le dijo: Bien has respondido;  haz esto,  y vivirás.
29  Pero él,  queriendo justificarse a sí mismo,  dijo a Jesús:  ¿Y quién es mi prójimo?
30  Respondiendo Jesús,  dijo:  Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó,  y cayó en manos de ladrones,  los cuales le despojaron;  e hiriéndole,  se fueron,  dejándole medio muerto.
31  Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino,  y viéndole,  pasó de largo.
32  Asimismo un levita,  llegando cerca de aquel lugar,  y viéndole,  pasó de largo.
33  Pero un samaritano,  que iba de camino,  vino cerca de él,  y viéndole,  fue movido a misericordia;
34  y acercándose,  vendó sus heridas,  echándoles aceite y vino;  y poniéndole en su cabalgadura,  lo llevó al mesón,  y cuidó de él.
35  Otro día al partir,  sacó dos denarios,  y los dio al mesonero,  y le dijo:  Cuídamele;  y todo lo que gastes de más,  yo te lo pagaré cuando regrese.
36  ¿Quién,  pues,  de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?
37  El dijo:  El que usó de misericordia con él.  Entonces Jesús le dijo:  Ve,  y haz tú lo mismo.
1Jn 3:17  Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad,  y cierra contra él su corazón,  ¿cómo mora el amor de Dios en él?
18  Hijitos míos,  no amemos de palabra ni de lengua,  sino de hecho y en verdad.


4. Las buenas obras:
Mt 5:16  Así alumbre vuestra luz delante de los hombres,  para que vean vuestras buenas obras,  y glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos.
Ef 2:10  Porque somos hechura suya,  creados en Cristo Jesús para buenas obras,  las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Stg 2:18  Pero alguno dirá:  Tú tienes fe,  y yo tengo obras.  Muéstrame tu fe sin tus obras,  y yo te mostraré mi fe por mis obras.
Hech 9:36  Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita,  que traducido quiere decir,  Dorcas.  Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía.
2Co 9:8  Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia,  a fin de que,  teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente,  abundéis para toda buena obra;
1Ti 6:18  Que hagan bien,  que sean ricos en buenas obras,  dadivosos,  generosos;
Tit 3:8  Palabra fiel es esta,  y en estas cosas quiero que insistas con firmeza,  para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras.  Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.
He 13:21  os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad,  haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo;  al cual sea la gloria por los siglos de los siglos.  Amén.

Conclusión: Ahora bien, ¿Qué es lo que nos falta decir, que diríamos en esta conclusión? Diremos:
1º - Que es encantador saber, que Dios  es el que verdaderamente, le interesa la vida del hombre, por lo cual hizo toda clase de provisión para nosotros, y en su santísima fidelidad, cumple todas las promesas hechas hacia nosotros como sus criaturas e hijos.
2º - Que en mucho, lo hace a través de nosotros mismos, (excepto su providencia en los milagros) al hacer su voluntad para el bien de los unos y los otros, como ministerios de cristianos en la iglesia.
3º - Que por lo mismo los hombres que conforman las sociedades en los Estados, tienen que ver con esto en forma natural como obra de Dios, en lo que se llama”la gracia  común”, aunque  sea en forma política
4º - Que Dios y el hombre tienen un enemigo común, que se llama diablo y satanás, el cual imita la obra de Dios y del hombre que obedece a Dios, engañando falsamente, haciendo creer que es Dios o sus hijos los que hacen esto que él hace imitando. Pero cuando no se conoce bien a Dios.
5º - Que en especial, satanás, engaña a los hijos de Dios, usando las necesidades humanas, cuando enseña a los creyentes que deben traer a Dios todo lo que tengan y puedan, con la promesa de que recibirán el %x%, y aun más, de lo que den. Pero que lo que dan los hijos de Dios, supuestamente, se lo coge Satanás a través de sus mediadores, falsos maestros, llámense pastores, profetas, apóstoles etc. quienes  viven para si mismos, a costa de los demás; usando las necesidades existentes.
6º - Que la iglesia o los creyentes, si pueden hacer el ministerio bíblico ordenado por Dios, según los puntos arriba, de lo que fue el ministerio de servicio de Jesús y sus apóstoles, el diaconado, la practica del amor al prójimo y las buenas obras.
7º - Que a pesar de que los Estados o países del mundo, realizan este servicio social a sus ciudadanos, el creyente o la iglesia, tienen su parte en este ministerio por hacer, como frutos de la vida cristiana.
8º - Que tenemos ejemplos en la historia de la iglesia de este trabajo realizado por hombres y mujeres de Dios, con organizaciones que dieron y aun dan testimonio de esto, por ej. Albergues de protección,  educación con escuelas y colegios, alimentación y medicina a los miles y millones de niños y ancianos al rededor del mundo. Hay muchas organizaciones que se llaman para-eclesiales, que sirven a la humanidad de verdad, que da gloria a Dios.
9º - Que asumamos todavía hoy este reto de servicio social a nuestros semejantes, ya que a lo mejor las necesidades ahora son mucho mas grandes, que en el pasado.
10º - Que la iglesia con sus organizaciones hoy, se unan cada vez mas, no siendo diferentes en este aspecto, porque son los creyentes cristianos los que conforman estas entidades de servicio, con el mismo fin eclesiástico. ¡Que Brille nuestra luz y nuestra sal de sabor verdaderos!


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