jueves, 21 de marzo de 2013

EL DIOS SANTO Y EL HOMBRE PECADOR


EL DIOS SANTO Y EL HOMBRE PECADOR

Rev. M. Ricardo H.

Introducción: Pensemos en un cuadro imaginario así: Vemos todo el mundo hablando mal de Jesús, de Dios, culpándolo por no hacer nada para quitar tantos sufrimientos en la humanidad. Pero en ese momento, se aparece Jesús ante ellos, llorando, mirándoles fijamente. Ellos al verlo, comprenden claramente sin escuchar palabra alguna de El, que los culpables, son ellos. Nunca antes, se habían visto tan pecadores, como en ese momento. Con esta ilustración, pensemos en el Dios Santo y el hombre pecador.
1. Lo dicho en el Antiguo Testamento.
Pr 30:5 Las palabras de Dios pasan cualquier prueba, son un escudo para los
que confían en él.
Is 6:3 Y gritaban, respondiéndose el uno al otro: "Santo, Santo, Santo es Jehová
de los Ejércitos, su Gloria llena toda la tierra.
4 Los postes de piedra de la entrada temblaban a la voz del que gritaba y la Casa
se llenaba de humo. Yo exclamé:
5 ¡Ay de mí, estoy perdido, porque soy un hombre de labios impuros y vivo entre
un pueblo de labios impuros, y mis ojos han visto al rey, Jehová de los Ejércitos!
Hab 3:16 Al oírlo, mi corazón palpita, al sentirlo, mis labios se estremecen, se
Corrompe la médula en mis huesos, y temblequean mis piernas.
Jer 23:29 ¿No es mi palabra como fuego que quema o como martillo que rompe la roca?
¿Qué relación tienen estos pasajes con la ilustración? Que Cristo es lo mismo que la palabra,
que da a conocer a Dios, y que el pecador solo se reconoce así, es por medio de ella, como
Dios.
2. Lo dicho en el Nuevo testamento.
Jn 17:17 Conságralos mediante la verdad: tu palabra es verdad.
 6:63 El espíritu es el que da vida, la carne no sirve para nada. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida
Ro 10:17 Así, pues, la fe nace de una proclamación, y lo que se proclama es el
mensaje cristiano.
1P 1:23 ya que han nacido esta vez, no de semilla corruptible, sino de la palabra
incorruptible del Dios que vive y permanece.
Hech 9:4 Cayó al suelo y oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me
persigues?"
Jn 11:43 Al decir esto, gritó con fuerte voz: "¡Lázaro, sal fuera!"
Hech 10:36 Ahora bien, Dios ha enviado su Palabra a los israelitas dándoles un
mensaje de paz por medio de Jesús, el Mesías, que también es el Señor de todos. ¿A dónde
apuntan estos pasajes? Apuntan al propósito de la predicación, que es efectuar ese encuentro
del Dios santo con el hombre pecador.

3. La experiencia de los cristianos hasta hoy.
¿Por qué no fue necesario que hablara Jesús, en el cuadro imaginario? Porque Jesús mismo es la palabra. ¿Cómo es el encuentro de Dios y el pecador? Por la fe, no físico, ni místico. Por la fe, es lo mismo que por la palabra. ¿Cómo se conoce a Dios realmente, sin que tengamos que verlo físicamente, y que haga la misma obra que hizo, según los pasajes bíblicos? Por su palabra que es la Biblia, mediante la predicación o enseñanza de la misma. ¿Cuál sería el efecto que debe causar en el pecador, al encontrarse con Dios en su palabra? El de reconocerse verdaderamente pecador, para arrepentimiento.
Conclusión: ¡Cuánto más vemos o conocemos a Dios, a Jesús, más pecadores nos vemos nosotros! Como esto no es posible, sino por medio de su palabra, ¿la estamos estudiando como para eso? Cuando predicamos, ¿produce ese resultado? Si los creyentes de hoy, no vivimos vidas santas, que demos testimonio verdadero, es porque no estudiamos o creemos, como debe ser su palabra, para ese propósito.

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