EL GRAN ABISMO

EL GRAN ABISMO

Rev. M. Ricardo H.

Introducción: Cuando a la carretera de Medellín a Turbo Antioquia, no se le se había hecho el túnel después de Dabeiba, había que cruzar por un abismo a orillas del Rio sucio, llamado “la llorona”. ¿Por qué ese nombre? Porque a los pasajeros les parecía que el vehículo casi rodaba las llantas de ese lado, a un centímetro de distancia del abismo. Pues, no era para menos, que los transeúntes lloraran, al cruzar por ahí. La Biblia habla del lugar donde van los perdidos cuando mueren, que es un gran abismo o vacio, separado de otro lugar, donde van los salvados, que es el Cielo. Si aquel era “la llorona”, ¿cómo será en el infierno?

1. El pecado causó ese abismo: Toda persona desde que nace, lleva dentro de sí ese abismo. Es el abismo, o  separación de su existencia y Dios, creado por el pecado. Es su propio infierno en vida. La Biblia dice:

Isa 59:2  pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. ^{Ro.5: 12} Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

2. El hombre busca allanar ese abismo: El hombre necesita allanar ese abismo, pero busca allanarlo es con  pecados, por ej.

1. Pecados mentales: planeación de males socio-políticos: opresión, robos, falsedad, corrupción, guerras y muertes.

2. Pecados corporales: Fornicación, adulterio, homosexualismo y bestialismo.

3. Pecados emocionales: vicios de drogadicción, festivales y ocio.

4. Pecados espirituales: Idolatría, brujería, nosticismo, yoga, santería, astrología y ateísmo. La Biblia dice:

^{Gal. 5:19} Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,

²⁰ idolatrías, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, ²¹ envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Mt.15: ¹⁹ Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.

3. El hombre así está perdido: La Biblia dice:

Lc 16:26  Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.

Mt 13:41-42  Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.

Jn.3:18: El que en El cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito hijo de Dios.

4. Solamente Dios allana ese abismo: Solo Dios allana ese abismo con Jesucristo como puente, con la salvación. Porque no hay otro mediador, entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 1T.2:5. ¿Qué hay que hacer? Arrepentirse. La Biblia dice: El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio, Mr. 1:15. Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa, Hech.16:31. Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros, en el nombre de Jesucristo, para perdón de los pecados y rebiréis el don del Espíritu Santo, Hech.2:38. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno abre la puerta, entraré y cenaré con él y él conmigo, Ap.3:20. A los suyos vino, y los suyos no le recibieron, más a los que le recibieron, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios, Jn.1:11-12.

Conclusión: Hermano amigo, que todavía no has entregado tu vida a Jesucristo, por cuya razón estás practicando pecados de esas cuatro formas. No esperes morir así, porque te espera el gran abismo de la perdición eterna. ^Mt.13:42 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. ¡Entrega tu vida ahora mismo a Cristo! dile: Señor Jesús, perdona mis pecados y allana este abismo o vacio de mi corazón. Entrego mi vida a ti, como mi Señor y salvador. Amén.